Chalecos antimíradas
para las balas de tus ojos.
El espectáculo esta adulterado,
los payasos han robado a los
niños sus sonrisas.
Han decidido las palomas
denunciar a los buitres,
no hay sitio para todos
en este cielo carroñero.
Llevo mi corazón cargado
de hijos pródigos
punteando en sus guitarras
la canción del espantapájaros.
Y ahora ponme otra copa
y déjame dormir,
mañana seguiremos
si es que decido vivir.
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